Pudimos ver la ubicación de todas las cimas de la región, merced a las explicaciones de Antonio, nuestro guía en esta ruta.
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Dentro del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, disponemos el paraje de La Pedriza. Aunque debemos decir, que entre este espectacular paisaje de montaña hay también sendas de senderismo fáciles en las que vamos a poder deleitarnos con el ambiente y disfrutarlas en familia. Entonces, bastará con desandar el camino hasta el último puente, cruzarlo y regresar hasta el punto de partida por el otro lado del río. Entonces, tras pasar por enfrente de La Foca, un pequeño kiosco con terraza, llegaremos a la región de estacionamiento de Canto Cochino.
Pasear por La Pedriza es una asignatura obligatoria para todos y cada uno de los madrileños. Se encuentra dentro de las zonas naturales más conocidas y frecuentadas de la Sierra madrileña, cuyo atrayente reside en su increíble conjunto granítico, sus piedras, sus formas…, que se pueden ver desde lejos. Hoy planteamos la ruta que nos transporta a la conocidísima Charca Verde, pasando por Quebrantaherraduras y el Tranco.
Proseguir 300 metros por la M-608, dirección Cerceda, hasta el primer desvío a la derecha que lleva a Canto Cochino, en el corazón de La Pedriza. En esta página puedes encontrar el menú completo de La Charca Verde. Para las promociones de temporada o por semana, ponte en contacto de forma directa con el propietario del restaurante.
Nos internaremos en un frondoso pinar, salpicado de jaras, por un camino cómodo y señalizado con marcas blancas y amarillas. Cuando llevamos caminados unos 2 km desde el principio de la ruta, y, en el momento en el que el bosque clarea y las vistas son más extensas, tenemos que desviarnos a la derecha. Canto Cochino es el lugar donde muchos caminantes empiezan la ruta, conque aquí encontraremos un bar en el que reposar y obtener agua para el resto del paseo. El embalse fue construido en la década de 1960 en el arroyo de Santillana con la intención de abastecer de agua a la población de La capital de españa. Tiene una capacidad de almacenaje de 5,5 hectómetros cúbicos y una superficie de 0,21 kilómetros cuadrados.
La Charca Verde – Manzanares El Real
Poco después, llegamos a la pequeña carretera que baja hasta Canto Cochino (1 km y 15 minutos), pero proseguimos paralelamente a la carretera y desde ahí observaremos el aparcamiento que está frente al chiringuito. El paseo no posee pérdida, hay que continuar el sendero de Mataelpino hasta el momento en que la vía se bifurca con apariencia de “Y”. En este punto, cogeremos el ramal de la derecha hasta llegar a un puente que nos permitirá sortear el caudal de río. Luego, sólo resta girar a la izquierda y ascender por el margen derecho del Manzanares hasta el emplazamiento de Charca Verde. Nos aproximamos a la famosa como Charca Verde, que debe su nombre al efecto producido por el colorido de las rocas de su fondo unido a los reflejos sobre sus aguas, lo que le da su característico color verde.
O, acceder al paraje natural y aparcar el coche dentro del Parque Nacional, en el aparcamiento de Las Machacaderas, La Rana o de Cantacochino. La fauna característica de esta región se compone de águilas reales, buitres leonados, cigüeñas, cabras montesas, zorros y ciervos. Una ruta capaz para todos en entre los lugares mucho más bellos de la Sierra de Guadarrama. Una ruta para gozar con los ojos entre cascadas, saltos de agua y la belleza cromática de la Charca Verde.
En Collado Cabrón hay una pequeña explanada en la que convergen múltiples sendas. En nuestro caso, tenemos que coger el ramal de la izquierda, en el que, al ir avanzando, veremos nuevamente las marcas blancas y amarillas del PR del comienzo de ruta. Este rincón con tanto encanto está al costado del puente que antes vimos desde el otro margen del río.
La primera tiene una continuidad de paso de cerca de 1 hora, y la segunda de unos 25 minutos de lunes a viernes y algo menor los sábados. Toda la región está incluida en el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares y y fue proclamado Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 1992. Continuamos este animado camino junto a las aguas del ya citado Río Manzanares, afluente del Jarama, y río por antonomasia de la Red social de Madrid, donde nace y muere. Puede gozar de su comida y sus tragos en el mostrador del restaurante, si bien también puede sentarse al aire libre. Lo dejamos a nuestra derecha y nos introducimos en la Garganta Camorza, por donde el río sale de La Pedriza y va creando muchas pozas. Hemos llegado al collado de Quebrantaherraduras y en este momento vamos a bajar de nuevo hacia Canto Cochino, para proseguir remontando el río, tras lo que descendemos por tres escalones entre dos muretes de piedras.
Una corta subida, ahora en medio del pinar, nos hace coronar el collado de Quebrantaherraduras (4,5 km y 1 hora y 30 minutos). Si se quiere eludir el paseo caminando desde el aparcamiento hasta Canto Cerdo -donde está un chiringuito y se empiezan las sendas hacia el interior de La Pedriza-, se puede intentar ingresar en vehículo. Para ello hay que estar temprano en el acceso antes de que se cubra el cupo máximo de automóviles y en las horas toleradas. Las rutas dentro del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares nos llevan a pozas y zonas de agua que hacen apetecible su visita en días de calor, pero asimismo meritan una vista en esta época del año.
En la charca pudimos admirar entre las pozas naturales más interesantes de la región por sus vistas y por su apariencia salvaje. Llegamos por fin a otra zona de merenderos, El Tranco (13 km y 4 horas y 55 minutos). Si queremos extender un poco el sendero, tomamos a la derecha una calle sin asfaltar que nos llevará a cruzar el río y subir a la ermita de la Peña Sagrada. Este es el último punto donde se puede entrar con vehículo, ya que aquí ahora comienza el parque y sus rutas. Este primer puente conecta la ruta nuevamente con la pista, por tanto, lo obviamos y proseguimos la excursión.