En la carta tienes variedad de platos de mediterránea, sus chef están expertos en comida mediterránea, pide su famoso paella. Un cocinero de palabras que vengo a cocer pasiones, aderezar emociones y desvelarte los misterios de los magos de nuestra cocina. Bajo la piel del superagente Cooking, un espía atolondrado y afincado en el País de las Gastrosofías, te invito a subirte a este delantal para sobrevolar fábulas de cocina y descubrir que la esencia de los días se oculta en la sal de la vida. Buen arroz a banda y un espacio bello para comer y gozar las vistas al mar. L\’estany Del Marjal Dels Moriscos es un local de cocina mediterránea genial si estás por la región de Valencia. Puede disfrutar de su comida y sus tragos en el mostrador del lugar de comidas, si bien asimismo puede sentarse al aire libre.
“El 15 de julio, día de San Buenaventura -ilustre hijo de San Francisco de Asís-, el Capitán Cooking asistió hasta su barquito de papel. Era una barcaza construida con la carta de un lugar de comidas de cuyo nombre nunca logró acordarse repleta de cofres llenos de imaginación y barriles con el elipsir de la ilusión. Solicita sus fantásticas raciones de paella, sin omitir sus porciones de tapas y de gambas.
El restaurante da bebidas alcohólicas a elección. La calificación promedio de este restaurante es 4, lo cual significa que los invitados opinan que este rincón es muy bieno. La valoración de este restaurante es de 7.82, lo mejor es ver las fotos que han publicados en sus redes sociales.
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Fue de su mano como llegó a L’Estany, a donde él le llevó para que revitalizara el local y que ella terminó, desde hace un año, como dueña. «Bueno, es del banco», afirmó entre risas mientras que, a su alrededor, ese domingo marinero los arroces, los calamares a la romana, las puntillas y las ensaladas comenzaban a salir de la cocina hasta la mesas. El más destacable síntoma de que L’Estany marcha con lo que ofrece. Y eso que da son platos sencillos, muy habituales y que configuran los grandes tradicionales de las casas de comida -eso que llamábamos puestos de playa- pero que en su caso tiene, como principio, la calidad y la elaboración muy cuidada.
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Este lugar de comidas es el perfecto para ti, está en la ciudad de Sagunt, todos los clientes del servicio alaban su buenísima ubicación. El intrépido tragaldabas -con cuchillo y tenedor en la solapa y una pluma de Corsario en su chistera, para escribir con ella sus andanzas- emprendió viaje por los mares del infinito Meditegastro. En sus manos, un cuaderno de bitácora. En su cabeza, conseguir la Ballena Blanca de la Ilustre Cocina Universal.
Hace ya cincuenta años, una aventura similar la emprendió Jaime Sanz en Peñíscola. Su casa de comidas, Casa Jaime, es un templo marinero al lado de la playa del_Papa Luna, donde degustar arroces y calderos que chillan mediterráneo. Eso, como L’Estany o Casa Manolo, sin renunciar a las raíces de las tradicionales viviendas de comida junto al mar.
Platos
Como resultado, tu paladar se encuentra con unos sabores liberados. De hecho, es de esos arroces que comerías sin parar y repetirías una vez y otra. Hecho con variedad Albufera, de arroces Sibaris. Por lo visto tenían mucha prisa en que nos marcháramos.
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«Lo que procuramos es que a la multitud, lo que cocinamos, le recuerde los platos de su casa, los platos de siempre y en todo momento; pero que, además de esto, sea porque le garantizamos las cosas bien fabricadas, no yendo a lo fácil». Ese ‘bien hecho’ significa llevar a cabo fondos de pescado con cabezas de rape fresco, hacer la compra personalmente cada día para conseguir el más destacable género… sugerir, al fin y al cabo, lo destacado de un emprendimiento. Y combatir por conseguir que ese sueño vuelve prominente y fuerte. «Lo único que busco es que la gente se vaya de aquí feliz; piensa que la gente, hoy por hoy, no siempre se puede aceptar comer fuera; si lo hacen, en el momento en que vienen a tu casa, lo que tienes que hacer es que salgan de aquí contentos. Para mí, es un orgullo que una persona se acerque en el momento en que ha terminado y me afirme que se va a casa feliz» .
L’Estany es una vivienda de comidas al lado del mar y tiene regusto a viejo chiringuito que va a mucho más. Como le pasó, en Daimús, a Casa Manolo. Los padres de Manuel Alonso –en la imagen superior,_Manolo Alonso y Matilde Fomiyana– pusieron sus cimientos en 1985. Desde entonces, medró y medró hasta ser un restaurante imprescindible en el Mediterráneo que oposita por su segunda estrella. Eso, sin abandonar ese regusto de producto de proximidad y tradición, que puedes localizar en su gastrobar Daily.
Marina, 245, calle que también lograras conocer sin inconvenientes usando google+ maps por tu pie. En esta página puedes encontrar el menú completo de L\’estany Del Marjal Dels Moros. Actualmente están libres 7 platos y bebidas. Para las promociones de temporada o por semana, ponte en contacto de forma directa con el propietario del lugar de comidas. También puedes entrar en contacto con ellos por medio de su página web. Tiene una puntuación de 7.82, manejan unos costes justos según sus platos y servicio, sus precios no son superiores y su comida lo merece, en el restaurante admiten pagos con tarjeta y en efectivo.
Dejó la refinería donde trabajaba en Rumanía y terminó en Valencia buscando una exclusiva vida; quince años después es feliz con su restaurante junto al mar. Allí hay que evaluar su ‘a banda’ y sus tartas. No ya no es un balcón al Mediterráneo al que asomarse sin más ni más intención que la de gozar. Buen servicio y camareros muy afables, siempre atentos a las pretensiones del comensal. Si hace buen tiempo es una delicia comer en esa terraza. Afirma que le encanta la cocina valenciana y afirma que al comienzo, cuando probaba la paella en algunos restaurantes, no le convencía pero fue cuando empezó a descubrirla en viviendas particulares, cuando se dio cuenta de lo que eran los arroces valencianos.